sábado, 23 de noviembre de 2019

LA MALA BETAESPERANTE

Bueno, en realidad no creo que haya una sola mujer en el mundo que sea capaz de pasar la betaespera tranquila y confiada...
Vale, es verdad que siempre he sido más bien neurótica, en un estado permanente de alerta... (otro día os hablo de los eneagramas), pero es cierto que en esta situación vuelvo a situarme en la paranoia: miedos, navegar por internet en el mundo sectil de la infertilidad, búsqueda de síntomas y también una "obsesión por echar cuentas"...
...esta obsesión consiste en, varias veces al día, ir comprobando: el posible tiempo de gestación, a qué altura aparecen determinados síntomas, cuántos días tienen que pasar hasta un posible test positivo, cómo va el desarrollo del embrión, cómo va la implantación...

Pues sí, amigas... este es un desahogo sincero, un desahogo "de verdad", para que sepáis cómo están las cabezas de las mujeres que quieren ser madres y tienen dificultades...

Hoy es mi segundo día de betaespera, y casualmente (o casualmente, mejor), coincide con el 7º día de desarrollo de Embrioncito A... en principio este es el momento justo en el que debería producirse la implantación.
Anoche, de madrugada, me despertó un dolor horrible en el vientre... como de regla. Se unió una buena diarrea... (también continúo con la congestión).
Bueno, pues este dolor, me supo a gloria bendita... dije: "ya está aquí. Ya está arraigado, ya somos uno más"...

Ojalá. Ojalá no me equivoque, ojalá mi intuición y mis sensaciones vuelvan a acertar esta vez... sigo con miedo, pero todo tiene que salir bien... va a salir bien.

S.

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