viernes, 13 de diciembre de 2019

UN NO COMO UN CASTILLO

Pues fue un no... un NO grande, como un castillo...

El día de la beta, habíamos dormido reguleros. Por la mañana fuimos al análisis, y después intentamos estar entretenidos... (pero no nos salió bien...). Me dijeron en la clínica que a las dos solían llegar los resultados... eran las cuatro y todavía no me había llamado mi Dr., así que pensé que no había salido bien, y que al Dr. le estaba costando hacer la llamada... pues sí, acerté. Me llamó, me llegó a decir un "mecachis" (es que es muy majete), y las palabras que una persona en tratamiento en reproducción asistida no quiere escuchar: "la beta ha sido negativa".

Ese día, sorprendentemente, estuve bastante calmada. Se me quedó el cuerpo como "en paz". Después de la betaespera tan horrorosa, de estar con la cabeza 100% centrada en eso y no parar un instante de imaginar posibilidades, de pronto me quedé ligera. Mi mente descansó.

Al día siguiente, y al otro (y al otro), pasé un pequeño duelo, cagándome en la progesterona por hacerme creer embarazada y sintiendo mucha tristeza y abatimiento por haber tenido una beta negativa con un "super embrioncito blastocisto tipo A eclosionado".

Han pasado 10 días de eso, y hoy tenemos cita en la clínica para ver qué opciones tenemos con el embrioncito que tenemos vitrificado... y digo "opciones" porque no quiero pasar por una transferencia tan jodida como la anterior... quiero algo sencillo y que fluya, y con cuanta menos medicación, mejor.

Bueno, pues este es el tema... no he tenido muchas ganas de escribir aquí, la verdad... pero bueno, aquí estamos para contar todo el proceso, que no deja de ser una lucha constante...

Un abrazo, gracias por estar.

S.

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