lunes, 4 de marzo de 2013

PSEUDOSÍNTOMAS Y LA PRUEBA DEL BIDET

Queridas lectoras y lectores:

Voy a empezar mis andanzas por este blog hablando de un tema que por lo que he visto después de meses trasteando por internet conlleva gran preocupación e histeria: LOS PSEUDOSÍNTOMAS.

Cualquier buscadora común de bebés sabrá de qué estoy hablando, pero "por si acaso" lo explicaré: los pseudosíntomas son ni más ni menos que conjeturas mentales, falsos síntomas como su propia palabra indica, que surgen de un gran deseo por ser madre y la falsa creencia de que quedarse embarazada es coser y cantar, o como nos decían en las charlas sexuales del instituto: "es más fácil quedarse embarazada que no quedarse, así que cuidadín". Mentira podrida. Claro, a raíz de ahí nos entra una obsesión por ponernos los condones de dos en dos (o por pincharlos con una chincheta si nuestro propósito es tener descendencia temprana), a preocuparnos si la regla se nos retrasa día y medio, a volver a nuestras amigas locas con preguntas absurdas de sémenes esparcidos por nuestros cuerpos... vaya, una tremenda odisea que se vuelve todavía más absurda y psicótica conforme nos hacemos mujeres derechas, que no hechas, y nos da por encargarle a la cigüeña un precioso querubín.

Este mes mis pseudosíntomas han sido los siguientes: dolor de cabeza, dolor de pechos (incluso se me llenaron de pequeñas venitas como varices, cosa que yo achaqué al aumento de la presión sanguínea producido por las hormonas), repulsión al olor del aceite caliente, tres espinillas en la cara, sueño, gases y estreñimiento.

Decidí hacerme un test de embarazo a los 11 días de haber ovulado (sí, yo también soy una ansias). Total, que os podéis imaginar que anoche no dormí nada. Después de haber meado unas cuantas veces durante la noche, a eso de las 05:30 de la madrugada decidí que ya era "de día", con lo cual a eso ya se le podía considerar "el primer pis de la mañana". Cogí un vaso de cristal y me fuí directa al baño. Nada, era imposible. No caía ni una sola gotita...
Entonces se me ocurrió una brillante idea: mear en el bidet (con el tapón puesto, claro) y meter ahí el palito de la prueba de embarazo. Error.
Efectivamente, meé en el bidet, pero como siempre pasa, el tapón nunca cierra bien y ví como mis cuatro gotitas se iban desagüe abajo. Desesperada cogí el dichoso palito y lo metí como pude en la gota y media de meada que había quedado en el bidet.
A los dos segundos ya ponía que era negativa, pero como había leído en foros que a muchísimas chicas después de media hora o incluso dos horas les daba positivo, pues nada, ahí pendiente del palito durante toda la mañana hasta convencerme de que soy una majara obsesa e histérica.

...la parte buena de todo esto es que después de mi nuevo NOEMBARAZO el sultancete me estaba esperando en la cama para darme mimos y cucharismos.

Ay, que desahogo. Ya me siento mejor después de compartir esto con el mundo virtual.

Besos, abrazos y sonrisas.

Soraya.

3 comentarios:

  1. Soraya como sabes el test te lo has hecho muy pronto!! Por lo que aun hay esperanza, espera a la falta y te lo repites..mucha suerte!!
    Sigue con el blog que escribes muy bien, yo tb creé uno el mes pasado y es una pasada poder compartir tus vivencias con el cibermundo.

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  2. Jajajajaj anda que tu dices que te ríes con mi post pero yo con el tuyo casi me meo encima! (veridico, que entre la risa y que me meo por los rincones desde que estoy preñá otra vez...).

    Un beso guapa y te agrego a mi lista de lecturas, que tiene muy muy muy buena pinta tu blog ☺

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  3. Gracias chicas por los comentarios, así dan ganas de seguir escribiendo tol rato!

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