jueves, 14 de marzo de 2013

EL PRIMER CELO DE TEQUILA

Ahora que por fin mi regla estaba diciéndome "adiós bonita, ya queda menos para mi prima la ovulación", resulta que a nuestra gata le ha venido el celo.

Un evento tan importante requiere de una explicación detallada y pormenorizada, así que allá voy: la pequeña Tequila llevaba unos días DEMASIADO PESADA, sobretodo con los pies de Álex, por los que se frotaba y rebozaba sin parar. Además, estaba más sibarita de lo normal: quería su arenita limpia a diario (suele cambiarse del todo cada cinco días más o menos), el agua la quería recién salida del grifo, atacaba mis natillas de chocolate, no permitía a las visitas tocar nada nuestro (suyo)... son cositas típicas de un gato pero que Tequila tenía bastante controladas.

El caso es que anoche, después de todos esos pequeños indicios, fué capaz de mearse encima de mi toalla (sobre la que suele tumbarse mientras me ducho) mirándome fíjamente a los ojos, como diciendo: "sí, efectivamente. Estoy meando tu toalla y no siento el más mínimo reparo".
Después de eso descubrimos otra meada sospechosa DENTRO DE LA BAÑERA (otro de sus sitios favoritos).

Todo esto aderezado con unos conciertitos de ópera gatuna dignos del mismísimo Wagner. Daba una lastimita... se paseaba por toda la casa maullando por los rincones, como alma en pena... miraba nostálgica la calle a través de los cristales y lloraba sin consuelo.

Luego la cosa se puso más heavy... cuando nos metimos en la cama y ella se quedó en el salón (como siempre durmiendo en su mantita), pudimos escuchar cómo la liaba parda a grito pelao'. Yo me quedé dormidísima, pero Álex se ha despertado con el recuerdo de gritos ensordecedores, como si la estuvieran matando...

Ahora está plácidamente disfrutando de los rayos del sol en la terraza, entre las plantas, mirando los pájaros que sobrevuelan cerca de casa... todo un amor.

Somos los padres adoptivos de una gata adolescente. Ufff... nos iremos preparando.

S.

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