LA MAYOR SORPRESA DE NUESTRA VIDA

No sabía muy bien como empezar esta entrada...
He tardado un par de días en asimilar nuestra nueva realidad, el rumbo que ha tomado todo...

El lunes tuve la ecografía de las 8 semanas. Para mí era un momento importante... si todo iba bien, por fin escucharíamos el latido de nuestro bebé, podríamos empezar a sentir que estaba vivo... y nuestro Dr. Sinestro nos daría el alta...

Llegamos nerviosos, y muy ilusionados... el momento de la eco (vaginal). Aparece nuestro pequeño embrioncito, que había pasado de ser un puntito blanco casi inapreciable en la ecografía de la semana 6 a ocupar prácticamente todo el espacio de su saquito... ahora medía 1'5 cm... entonces empezó a latir, su pequeño corazón... y nos inundó con su claro sonido... vimos en una línea el ritmo que daban sus latidos, bien fuertes, bien constantes... gritando vida.

Álex cogía mi mano, suavemente... nos miramos, sonreímos... era tan emocionante, un momento tan importante...

...cuando de repente, el Dr. nos dice: "espera, hay otro".

¿¿¿¿CÓMO???? ¿¿¿¿¿OTRO??????

Sí, efectivamente... llevo dos vidas en mi vientre... ese fue el primer momento en el que lo supe, y entonces me dio un ataque de risa, de nervios... no podía parar de reír, de agitarme... y el médico me pedía que me calmase, que necesitábamos medir y escuchar el latido de nuestro segundo pequeño feto... la enfermera se tapaba la boca con las manos de asombro, y Álex tenía los ojos tan abiertos que parecía que iban a salírsele de las órbitas...

Por fin me relajé, y pudimos escuchar un segundo corazoncito... con tanta fuerza y vida como el de su hermanx...

Después de la impresionante noticia, la sorpresa más grande de nuestra vida, el médico nos informó de que ambos fetos estaban implantados perfectamente, que medían lo mismo, y que su corazón latía con fuerza...

Tengo dos vidas en mi interior... soy portadora de dos corazones, que junto al mío y al de mi hombre hacen ya de nosotros una familia de cuatro miembros y dos gatas, así, de pronto...

No sería capaz de transmitir con palabras toda la felicidad que tengo ahora mismo dentro... felicidad mezclada con incertidumbre... mi cabeza estaba preparada para un bebé, se había hecho a la idea de un solo bebé (y más después de la primera ecografía)... y ahora, de pronto, nos encontramos con un nuevo rumbo...

...estoy tan llena de amor...

S.

Mis dos bebés.