SU SULTANA

"...pero estos chicos siempre están besándose...", pensaréis. Y no os falta razón, es a lo que dedicamos gran parte de nuestro día a día, a alimentar nuestro amor. Y no solo eso, sino que también nos decimos ñoñeces muy a menudo y buscamos momentos para tumbarnos juntos en la cama (a cualquier hora del día), mirarnos y darnos amor.

Tanto es así, que hemos dedicido casarnos. Para nosotros no era necesario, sin embargo, simbólicamente, sí que nos parece bonito decirle al mundo: "eh!, que ésta es la persona a la que he elegido para que me acompañe en este camino que es la vida!"... y de pronto un día la idea tomó forma y se hizo tangible con...

¡¡¡EL ANILLO!!! Y como podréis observar, no es el típico anillo que suelen tener las mujeres de pedida, éste es un anillo de Sultana, que es lo que soy para él... y así, con este sentido y tan lleno de amor me lo entregó en el lugar donde nos conocimos (que no fue otro que mi trabajo). Como ya era una cosa que teníamos más que hablada, me sorprendió no sólo el anillo, sino la declaración... las palabras temblorosas saliendo de sus labios, su mirada llena de esperanza, sus manos apretando las mías en señal de cariño y seguridad... palabras torpes que se entremezclaban dejando mensaje que logramos difuminar con besos y alguna lagrimilla que esta sultancita derramó, pero de alegría.

Bueno, ya han pasado unos meses desde entonces, y por fin tenemos casi casi los papeles necesarios, ya sabemos dónde queremos casarnos... en el ayuntamiento de nuestro precioso pueblo perdido, donde nos refugiamos y encontramos descanso y paz.

 Esta es nuestra casita de cuento... y es aquí donde queremos compartir nuestro día, el 20 de septiembre, con nuestra familia... solamente madres, padres, hermanxs y sobrinxs...

...queremos algo muy íntimo, y comer tranquilamente todos juntos... (quién sabe si ya por aquel entonces estaré con un pequeño bombo...)

Y justo una semana después, el 27 de septiembre, haremos una gran fiesta con todxs nuestrxs amigxs, para celebrar el acontecimiento... pero eso ya os lo cuento otro día, que va a quedar muy muy bonito también y requiere de una entradita aparte.



Pues ya veis, queridas y queridos lectores, en estos bonitos pensamientos y preparativos me estoy metiendo de lleno para no pensar, para sobrellevar de la mejor manera posible la betaespera...

Soy inmensamente feliz, y me siento muy enamorada... tengo fuerza, para lo que venga... (esta entrada será mi recarga energética si las cosas se tuercen la semana que viene).

Un abrazo a todxs, espero que os haya gustado el secreto de la Sultana... :)

S.