Después de pasar una noche con nervios, miedo y dolor de ovarios, finalmente me vino la regla.
Hemos vuelto a cumplir el protocolo en estos casos: nos abrazamos, yo lloro hasta quedarme seca, después seguimos abrazados y poco a poco llegamos al paso 2: la resignación y la ilusión al pensar que "ya llegará".
Mañana volvemos a Madrid, después de estas pequeñas vacaciones en nuestro pueblo de cuento... y pronto volveremos a la rutina... pero esta vez tengo algún proyecto en la cabeza que seguro me tendrá más que entretenida... y dejaré de pensar continuamente en la idea de ser madre...
Energía y pensamiento positivo... ¡y a por otro ciclo!
S.
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