Los niños tienen ya 4 años y medio... y este ha sido el primer verano en el que hemos podido ver las cosas con cierta distancia y sentirnos muy orgullosos del camino recorrido, de lo preciosos que son nuestros hijos por dentro y por fuera, y de todo el amor y la fuerza con la que vivimos cada día...
...es AHORA. Es ahora el momento, nuestro momento de volverlo a intentar.
Emociones aparte, pisar de nuevo el IEF (Instituto Europeo de Fertilidad) ha sido mágico... es cierto que buscar un embarazo a través de una clínica de fertilidad es como artificial, robótico, extraño... sin embargo, ahora echo la vista atrás y veo que el camino recorrido ha sido cálido y bellísimo.
Un embarazo más largo, un embarazo que dura desde que vas con tu deseo en las entrañas... y una lucha, que espero que vuelva a dar resultados positivos para nosotros... y si no es así, seguiremos siendo una familia hermosa, así que ahora, en este segundo viaje, no tengo miedo. Y no tengo miedo no solo porque ya somos una familia (que también lo éramos cuando solo estábamos Álex y yo), sino porque ya conozco el proceso y ya tenemos lo que en su momento, hace seis años, fue lo más duro: el diagnóstico.
¿Y en qué punto nos encontramos ahora? pues ahora me encuentro con casi 34 años (vale, fenomenal), una operación de tiroides recientita y, lo que es más jodido, unos 20 kilos de más (más que en mi primer embarazo, quiero decir). Éa, pues ese es el plan: perder esos kilos y después al lío. Sí, son muchos kilos... pero voy a poner toda mi voluntad en perderlos... mientras, nos vamos haciendo los análisis y las pruebas pertinentes, para ver también cómo están la reserva ovárica, las hormonas y demás, en mi caso, y cómo está el recuento espermático en el caso de mi querido señor esposo.
En realidad no sé quién estará por aquí... si alguien leerá estas líneas... pero me alegrará saber si hay alguien al otro lado a quien le resulte útil haber leído mi proceso anterior y este que está por llegar. Mucha suerte, si estáis en ello!!!
S.
